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martes, 1 de octubre de 2013

LA "TRANSICIÓN" HACIA EL MUNDO VEGETARIANO



Hay mucha gente que se pregunta como iniciar la transición de su dieta diaria a otra en la predominan los vegetales. La verdad es que todo los inicios son algo complicados. Dejar tu alimentación habitual, "cimentada"durante muchos años con llamémoslo así, "animales en el plato", deberá de hacerse de manera gradual. Hay que descubrir el mundo vegetariano, pero mejor en etapas, ya que volveremos a aprender a comer y sobre todo, disfrutar de nuestra decisión de cambio de dieta. De todas maneras y como recomendamos siempre, cualquier modifican "dramática" es obligatorio consultarla con nuestro médico para que pueda hacer un seguimiento de nuestra salud y estar controlados en todo momento.

Comencemos con lo habitual


En nuestra dieta ya tenemos vegetales y aunque sepamos que son en poca cantidad, como sucede en la mayoría de los países del mal llamado "primer mundo", podemos empezar por ahí. Debemos identificar lo que estamos comiendo y darle el protagonismo a los vegetales. Una de los ejercicios que más éxito tiene es el del "día sin". Por ejemplo, seleccionaremos un día de la semana y eliminaremos de nuestra rutina alimenticia para ese día, la carne. A partir de aquí y siguiendo nuestro ritmo, empezaremos a aumentar los "días sin carne". Primero sólo los lunes, luego lunes y martes y así hasta completar nuestros deseos.


¿Quien dijo aburrido?

Una dieta en la que reducimos de manera importante los productos cárnicos no tiene que ser aburrida, existen un sin fin de recetas fáciles. Tenemos los cereales, la pasta, los salteados de verduras, las legumbres, frutas y lácteos. Seguramente, llegados a este punto nos preguntaremos porque hasta el momento no hemos dado más variedad a nuestra dieta. Lo que buscamos es cambiar el equilibrio en favor de lo "verde". El 85% de nuestro plato esta dominado por la carne o el pescado, por lo que debemos ser capaces de corregir la diferencia de la balanza.

Cirugía estética a nuestros platos

Podemos darle un cambio de imagen a nuestros platos. Fritos de pollo por tortillas de trigo con frijoles negros. La carne se morirá de envidia si en vez de usarla para la pasta, usamos unos pimientos rojos, zanahorias y espinacas. Una salsa compacta, nutritiva y le dará un toque de color diferente a nuestro plato. Invitemos al sentido de la vista a nuestra alimentación, la ensalada es bella.

Hay más leche que la de vaca

Estamos ampliando nuestros horizontes alimenticios y eso también llega a la leche. Podemos encontrar leche de soja, de arroz, de almendras…hay alternativas, por lo que la falta de ellas nunca será una excusa. No creo que haya que decir que para todos los usos de la leche de origen animal, podemos usar su variante vegetal para incluir en nuestra dieta. Tengan presente que la leche de soja es una buena fuente de proteínas, superior a la de arroz o almendra.

En resumen, cualquier cambio en nuestra alimentación habitual implica un cierto esfuerzo y disciplina. Toda evolución con el argumento de la salud es la mejor motivación para el cambio de la dieta.

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