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martes, 14 de agosto de 2012
Dieta genética: La respuesta está en nuestros genes
Desde hace tiempo ya se venía hablando de la existencia de “marcadores genéticos” que eran comunes en las personas que sufrían obesidad. Para detectarlos, a través de unas muestras de saliva se descifran los “chivatos” y a partir de ahí, se diseña una dieta que siguiéndola, se alcanzarán unos resultados más que aceptables. Obviamente, el factor de la disciplina del paciente no se pierde ni se perderá, esto es una ayuda de gran importancia, pero no el milagro de la cura instantánea.
Lo que puede ser una inyección de grasa directa a nuestras caderas, para otra persona puede ser una fuente de energía. Esto sucede debido a que las personas no procesamos los alimentos de la misma manera. A través de los genes, podemos saber de manera específica, como realiza cada uno su “digestión genética”.
Estos estudios también revelan la predisposición de algunas personas a determinadas enfermedades, muchas de las cuales tienen un condicionante alimenticio para su tratamiento.
En resumen, la genética puede ayudarte, pero como siempre tendrás que poner todo de tu parte para alcanzar los resultados que esperas.
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