Cuerpo 2.0

(Cuerpo2.0) La naturaleza desde el principio de los tiempos ha ayudado al hombre a satisfacer sus necesidades. En los tiempos actuales, en los que a la “bata blanca” se le da más importancia que a una puesta de sol, la ciencia ha dominado todos los campos en los que se mueve la vida humana. En esto, la cosmética no podía ser ajena al ritmo de los tiempos. Basta con mirar la composición de muchos productos de belleza, para darnos cuenta de que en la mayoría de las ocasiones, necesitaríamos de un laboratorio portátil y una licenciatura en química para descubrir que es lo que ponemos sobre nuestra cara, labios y cuerpo en general.

Entre los “cosméticos” naturales más conocidos,  podríamos destacar al pepino. Con capacidad para reducir las manchas de la piel, incluidas pecas,  su condición de reductor de la grasa segregada por la piel, lo convierten en un magnífico producto contra las espinillas.  Se aplica sobre la cara en forma de mascarilla.

Evitando la zona de los ojos, cortamos el fruto en rodajas y lo aplicamos sobre el rostro y cuello (previo lavado de la cara y cuello).

La uva, podría considerarse como el fruto de la eterna juventud. La elevada cantidad de antioxidantes que posee, sobre todo en  la piel de la misma, convierte a este producto en el candidato ideal para una mascarilla rejuvenecedora.

Lavamos la cara con el zumo de un limón y cinco minutos después, aplicamos las uvas (dos bastarán), que previamente han sido “machacadas” con piel, pero sin pepitas. Aplicar sobre el rostro y dejar actuar durante 10 minutos.

 No sólo el rostro puede ser protagonista de la ayuda de la cosmética natural. Si lo que quieres es tratar por ejemplo las uñas, el limón será tu aliado. Coge el cítrico, utiliza la pulpa en forma de mascarilla para ponerla sobre la zona de las unas, esto durante 5 minutos. Después con el zumo, realiza una limpieza de las mismas con un cepillo para tal cometido.

El huevo no podía faltar, sobre todo la yema, fuente de nutrientes, ayuda a suavizar la piel, con la ayuda de la miel.

Mezclar la yema de un huevo con miel. Después de dejar actuar durante 15 minutos para luego limpiar bien la cara con agua fría.

Ayudas hay en la naturaleza, como productos de esta, sólo hay que saber buscar el que se adapte mejor a nuestras necesidades y el que nos vaya mejor, pero ojo, cuidado con las alergias, ya que el producto que puede ser ideal para tu cara, no es el correspondiente para tu salud.