Cuerpo 2.0

Imagina que vas por una larga carretera con tu coche, a una velocidad constante y alta. La mecánica de este automóvil puede sufrir pero no importa, ni siquiera importa la posible comparación, ya que ahora mismo lo crucial es el cuerpo humano. Algunos lo consideran una máquina única,  capaz de realizar las mayores proezas, pero no hay que descartar,  que precisamente en esa singularidad está su impresionante poder. Hay que cuidarla, hay que cuidarse.

(Cuerpo2.0) Durante nuestro periodo de entrenamiento, sean planificados o no y aunque cada persona tiene un límite diferente, podemos llegar a un estadio en el que el cuerpo, no responda a la preparación. Más es igual a menos, elemento este menos preocupante del sobreentrenamiento ya que tiene otras vertientes más fatídicas como ser la antesala de un valle de evolución y una fatiga crónica.

El sobreentrenamiento lo podemos detectar cuando nuestro cuerpo no responde de manera efectiva a las fases de descanso. En ocasiones este síntoma aparece provocado por el estrés o por una simple gripe, por lo que el tiempo, es un elemento muy importante a la hora de detectar este mal. Saber cuando para es complicado, pero más difícil es saber cuando hemos atravesado la frontera de nuestro límite.
No hay que perder de vista el factor anímico, si las sesiones de entrenamiento no se afrontan con la ilusión de antaño, con el deseo de superarse y obtener mejores resultados, es que nuestra cabeza no está en sintonía y esto también es un síntoma de sobreentrenamiento.

Prevenir el sobreentrenamiento no es sencillo, hay que saber detectarlo, algo complicado. La recomendación principal es crear un entorno alejado de esta afección y esto se consigue con un programa vigilado de preparación y darle mucha importancia a la alimentación y descanso. Sea en pista, carretera o gimnasio, el entrenamiento eficaz tiene sus bases más firmes en la alimentación equilibrada y en el descanso reparador.