Cuerpo 2.0

Los propietarios de gimnasios siempre han tenido en la boca una palabra que con el paso de los tiempos se ha convertido en cierta, crisis.

(Cuerpo2.0)Quizás sea este, uno de los pocos sectores que en los años de bonanza “ladrillera” no vieran sus arcas crecer. Si había más dinero en el sistema y en la sociedad, lógicamente un bien como el que ellos proporcionan, iba a salir beneficiado, pero nada más alejado de la realidad. Este periodo de oro para el endeudamiento, provocó que muchas instituciones locales invirtieran en instalaciones deportivas sobredimensionadas, y en algunas ocasiones mal gestionadas, una competencia directa para ellos y una preocupación para los profesionales del sector.

En toda capital de provincia que se precie, puedes encontrar un gimnasio de propiedad pública más que decente. Quizás el único problema que puede impedir a más gente disfrutar de ellos, sea la masificación, pero por precio, se lleva la palma. Ante esto, una empresa que tiene que abonar luz, agua, personal, seguros y un sin fin más de cosas, se las ve y se las desea para competir. 

Hay quien está salvando este bache con  la aceptación de la “multiactividad” y con campañas muy agresivas de captación de socios, mas todos estos movimientos lo que demuestra es la dolencia de un sector que siempre, a excepción de los ochenta, ha estado en crisis.