Cuerpo 2.0

Como cualquier máquina, nuestro cuerpo necesita un combustible de calidad. Un aporte de sustancias, que a través de procesos químicos que se generan en el organismo transforman alimentos en metas, los objetivos en algo factible y la evolución en una realidad.

(Cuerpo2.0)  Treinta kilómetros de carrera a un 75% de tu nivel todas las mañanas,  seis kilómetros de natación al medio día, y finalmente, dos horas de intenso  entrenamiento con pesas en el gimnasio al atardecer. Esta rutina, para verdaderos titanes, no es nada en comparación a uno que aún está por descubrir y por implementar de manera efectiva, la alimentación equilibrada.

La famosa “pájara” de los deportistas, no es más que la simplificación de un proceso biológico complicado, si el cuerpo no tiene los nutrientes necesarios para transformarlos en energía, la máquina falla. Como consecuencia de esta deficiencia, no se rinde al nivel deseado y el entrenamiento queda reducido a una perdida de tiempo.

Seguramente, en alguna que otra conversación, habrás escuchado eso de :”yo con el estómago lleno, no puedo entrenar”. Es cierto, muy poca gente a excepción de “Obelix”, puede hacer un gran despliegue físico después de una copiosa comida, pero realmente no necesitamos eso, ni antes  ni después de entrenar. Una dieta equilibrada aporta los nutrientes necesarios para cada momento. No debe ser lo mismo una alimentación pre-entreno que post entreno, y en esto no hay que hacer diferencia por deportes, es una regla universal (no creo que existan verdades universales). Sí no te lanzarías un viaje de mil kilómetros sin tener el combustible suficiente, porque haces eso con tu cuerpo, recuerda que sólo tienes uno.

La alimentación equilibrada, combinando la mayor cantidad de nutrientes posibles y en distintos momentos del día, no es una opción para el deportista, es una obligación. La suplementación no puede ser la muleta para situarnos en un nivel normal, sino para cubrir necesidades en momentos en los que buscamos la excelencia.