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viernes, 31 de diciembre de 2010
Por sus piernas, los conoceréis
Hay gente que opina que el entrenamiento de piernas es el primordial por el tamaño de los músculos que implica y por favorecer, el llamado entorno hormonal. Es decir, la carga de trabajo en este grupo de músculos, favorece al resto. Lo que es cristalino es que no se puede entrenar dejando partes de nuestro cuerpo sin “atacar”. Hay gente que acude al gimnasio y realiza rutinas descomunales en pectorales, bíceps, dorsal y las piernas ni las tocan durante la semana. Esto, además de dar un resultado estético bastante discutible, es un error metodológico. Hay que cuidar las piernas y no perder de vista algunas cosas:
- El calzado es muy importante. La suela de las zapatillas son las que establecen nuestra estabilidad, y no digamos si eres de esas personas que necesitan plantillas especiales. Considero que para entrenamiento en el gimnasio debemos tener un calzado adecuado, no importa si vale un poco más.
- La espalda es sagrada. El objetivo de piernas no es provocarnos una lesión en la zona lumbar, por lo que tenemos que cuidar nuestras posturas.
- La velocidad de ejecución del ejercicio puede ser nuestro aliado. La lentitud también es buena.
- Sí no puedes trabajar todo los músculos que implica el trabajo de piernas, divídelo en dos días.
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